Alberto José Pérez

La vida, las estrellas y la luna

 

Eloy Palacios: Baile del joropo

 



POEMA PARA DESCANSAR EL CORAZÓN

Cuando niño nunca imaginé
que la tierra giraba en torno al sol
En el lugar donde nací
no hay elementos geográficos y físicos
que indicaran lo contrario
En mi tierra el sol es grandote
casi nunca lo tapan las nubes
sólo mis ojos cuando buscan la huella
que complete un paso
en el silencio de la sabana.


LO QUE TIENE ASIENTO EN LA MEMORIA Ha muchos años de haber nacido pareciera que mi pueblo no es mi pueblo todo cambió en demasía sólo el río lo ha hecho muy poco es más ancho a como mi abuela y mi madre me lo dejaron en herencia lo demás tiene asiento en la memoria pero siempre hay algo que se le escapa a la muerte lo compruebo si volteo hacia el suroeste hacia mucuritas el viento sopla en la misma dirección es lo único en verdad que sigue siendo igual como el recuerdo de mi compadre Lapaz cuando se quedó en silencio en la blancura de su barba sentado en su mecedora calaboceña mirando el río Apure así fue lo recuerdo ha muchos años de haber nacido a doscientos noventa y cinco kilómetros donde aun sueño y siento mi corazón.
PEQUEÑA BIOGRAFÍA DE UN HOMBRE Quise ser un gran borracho y no pude serlo quise vivir en un barrio de librerías teatros y tabernas y sólo pasé por ellos quise tocar el piano y la guitarra pero nunca encontré mis oídos quise retratarme con mis padres tampoco fue posible murieron de tanto esperarme poeta también quise verme escribo versos pero no sé si en ellos la poesía tiene casa lo que sí es cierto en mi vida son mis hijos hembras y varones como mis nietos dos y dos tan ciertos como el tiempo que esperé para decirte hola mi amor te amo como te digo ahora que soy posible en tu corazón.
PEQUEÑO POEMA DE AMOR Las mariposas son palabras de colores que vuelan las estrellas y la noche los trajes de la muerte Todos los pasos del hombre se pierden los salmos y las aguas del cielo también Ninguna estación venero invierno o verano es igual para volverme un arqueólogo del diecinueve maravillado en el valle de los relámpagos donde los hombres somos pequeños y adorables animales y así te diga adiós bandera de país lejano te recuerdo que las mariposas son palabras de colores que vuelan.
FINAL DE INVIERNO Los pasos no me alcanzan para tomar tu mano en este final de invierno Dice mi corazón que me vista de oro como algunos árboles en cierta época del año para que agosto y septiembre no me angustien que lo real no es bueno para el hombre hasta tanto no aparezca la muerte En fin esta temporada de lluvias relámpagos y truenos ya se muda a otro lugar del planeta pero si tu mano alcanzara yo la cantaría como se cantan las historias de los grandes amores.
MUCHO FALTA POR CONTAR Mis hijos son cuatro son mis puntos cardinales ellos no saben dónde queda mi pueblo el país de mi memoria nunca han querido ir a pisar y oler la tierra que sostuvo los quejidos de mi madre para que yo viviera la maravilla de ser apureño quizás después que muera lo visiten por alguna respuesta por algún pariente o simplemente a mirar el río donde yo he visto la vida las estrellas y la luna.
LAS CARTAS QUE ESCRIBÍ Las cartas que escribí no recuerdo qué destino tenían jamás pensé que dejaría de recordar ese detalle entre los dolores y goces de la noche y el día no me queda más que esperar otro giro del mundo eso que comúnmente llamamos nuevo amanecer a ver si las cartas vuelven a ocuparme y traigan de vuelta noticias de mundos que no conozco.
EL DIA QUE SE FUE Jurándome amor eterno y larga vida juntos una mujer casi me asesina ella respiró largos años sobre mi pecho yo creía haber descubierto el tesoro del rey salomón pero nada sólo era la melosía de los venenos distinguidos que posaba en mi vida lo supe el día que se fue mirando bajo quemando los cantos del camino para no ver la moribundia de un hombre que todavía no huele a muerto.
MI TÍA MARIA Mi tía abuela María Pérez era una gran vendedora solía ofrecer sus guayabas cuando todo el pueblo flotaba en su aroma regresaba sin una en el balde Natividad su marido se rascaba la cabeza apenas la veía irse por la calle del río él era un hombre de la sabana y ella mi tía la más pura imagen de un mundo chiquitico donde todos éramos felices jugando a la codúa en el lomo del río.
EL HOMBRE Bajo el duro sol del mediodía el hombre siempre está naciendo como un lindo poema que sólo se piensa y no se escribe.
CARTA Escribo una carta a mi mujer Después de recorrer las calles de nuestra ciudad sólo para decirle que un día sin verla es mucho tiempo como los veinte años de Odiseo sin Penélope.


 

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